Debido a que en ningún lugar dice que sean papas fritas aunque esto se supone, pues ¿cómo no vamos a pensar que no lo son si tienen la forma, textura, color uniforme? Pues ahora ya no queda la menor duda, gracias a un magistrado del Tribunal Superior de Justicia de Inglaterra y Gales dictó sentencia determinando que los aperitivos de la marca Pringles no pueden ser considerados papas fritas, ya que tan solo un 42% de su composición es papa (patata).De hecho, las Pringles se elaboran a partir de una masa compuesta de patatas deshidratadas, harinas de maíz y de arroz, almidón de trigo y agua a la que se añade, entro otros aditivos, sal, grasas y emulsionantes.
¿Y quién fue el que denunció este hecho? ¿A caso un consumidor enfadado? ¿Un purista de las papas fritas? ¿qué pedo? ¡que alguien me explique!
Pues no, fueron los responsables de la empresa fabricante, Procter & Gamble, quienes decidieron emprender una batalla legal encaminada a liberar a au producto de una elevada carga fiscal. Y es que “según el sistema impositivo británico” a las papas fritas de bolsa se les aplica un I.V.A. del 17,5%, mientras que a otros snacks, como galletitas saladas y similares, se les aplica un tipo reducido del 5%.
Con esta jugada judicial la empresa se verá eximida de pagar millones de libras esterlinas en concepto de I.V.A., ¿cool no?
Nota curiosa: La receta original se atribuye al inventor Alexander Liepa. La máquina en las que se cocina el aperitivo fue diseñada por Gene Wolfe, ingeniero y escritor de ciencia ficción.
Nota curiosa: El famoso envase cilíndrico de cartón y forrado de aluminio fue diseñado por el químico Fredric J. Baur, que tan orgulloso estaba de su invento que antes de morir pidió que sus cenizas fueran enterradas dentro de un envase de Pringles.
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